Quería lijar mis complejos en tu barba,
llenarme con las letras de tu boca,
atar mis penas y las tuyas a mi espalda;
te amé como una enferma, una loca.
Tanta ilusión, como el dolor, trastoca,
suma indiferencia estrangula toda calma.
Sufrir es don que en su bondad provoca
un dulce renacer, un salto al alba.
No voy a repararme, no estoy rota.
Me basto y me sobro aquí sentada.
Pensando en el fracaso como gloria
de abrazarme y sentirme acompañanda.
¿Para qué los pantalones,
si tengo bien puesta la falda?
llenarme con las letras de tu boca,
atar mis penas y las tuyas a mi espalda;
te amé como una enferma, una loca.
Tanta ilusión, como el dolor, trastoca,
suma indiferencia estrangula toda calma.
Sufrir es don que en su bondad provoca
un dulce renacer, un salto al alba.
No voy a repararme, no estoy rota.
Me basto y me sobro aquí sentada.
Pensando en el fracaso como gloria
de abrazarme y sentirme acompañanda.
¿Para qué los pantalones,
si tengo bien puesta la falda?
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Comentarios aquí: